Déjame que lo dicho
no se parezca en nadaa lo pensado.
Y que lo pensado,
si alguna vez fue dicho,
no se parezca en nada
a su música.
Déjame creer que lo pensado
y su música son huecos
que se necesitan,
que se atraen
como dos amantes
sin reproches.
Déjame creer que lo dicho
lo pensado
y su música tienen
cada cual lastres propios,
y que ninguno se colma
en el otro;
acaso en su dispersa
inmensidad,
en su sutil
equidistancia.
Imagen: "equidistant...", de YAZMDG
2 comentarios:
la mira telescópica en la palabra..sí señor.
cuantos huecos, cuanta distancia, cuanto lastre, pero cuanta música
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