En un pueblo de allá por la costa suiza, / un viejo pescador,
borrachín, tranquilo, sin dar la paliza / a nadie de su alrededor,
pretendía vivir a su manera, / que era:
salir a pescar / y pescar
boquerón, calamar, / o alguna ballenita
-que también las da el mar- / y después
regresar / con la frente marchita,
como dice el cantar / que se suele volver.
Y vender el pescado en la lonja, / boquerón, calamar,
una esponja / -que también las da el mar-,
y cobrar / lo que hubiera ganado
al vender el pescado.
una esponja / -que también las da el mar-,
y cobrar / lo que hubiera ganado
al vender el pescado.
Y marcharse a gastar / lo que hubiera cobrado,
en comer / y en comprar
cuanto es menester / poseer.
E invitar a beber / y beber hasta el anochecer.
Y arrojar lo que hubiera sobrado / del dinero cobrado,
arrojárselo al mar, / devolver, devolverle el dinero.
Y cada amanecer / empezar desde cero.
*Con el título “Oficios” iré publicando textos que, desde la ficción o la confesión, desde la militancia, desde la caricatura o desde el amplio espacio en el que se superpone todo eso, presentan opciones (vitales, políticas, estéticas…) que me parecen curiosas. En cierto modo, pretendo sencillamente ir citando algunas "poéticas" a las que les tengo cariño y que me ayudan en el oficio de escribir y sobre todo en el oficio de vivir.
Y arrojar lo que hubiera sobrado / del dinero cobrado,
arrojárselo al mar, / devolver, devolverle el dinero.
Y cada amanecer / empezar desde cero.
Fragmento de "En la costa suiza" (leer aquí la canción entera)
Javier Krahe, Versos de tornillo (1997)
Imagen: "El barco pescador", anónimo escolar
Javier Krahe, Versos de tornillo (1997)
Imagen: "El barco pescador", anónimo escolar
*Con el título “Oficios” iré publicando textos que, desde la ficción o la confesión, desde la militancia, desde la caricatura o desde el amplio espacio en el que se superpone todo eso, presentan opciones (vitales, políticas, estéticas…) que me parecen curiosas. En cierto modo, pretendo sencillamente ir citando algunas "poéticas" a las que les tengo cariño y que me ayudan en el oficio de escribir y sobre todo en el oficio de vivir.
1 comentario:
Pues me encantará leerlas porque así aprenderé. Tu página es de esos sitios en los que no tienes dudas de que saldrás sabiendo algo más. Un abrazo...
Y sí, se me ocurrió el relato al leer la noticia de su fallecimiento.
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