Cartas desde el camino



El hombre avanzaba despreocupado
hasta por los caminos más difíciles.
Deshojaba su espada de plumas,
se desvestía de armadura y nombre,
era feliz cuando le preguntaban
y él negaba cualquier destino:
mi destino, si lo hay, es encontrarme contigo,
y juntos avanzar despreocupados
y hacerlo por los caminos más difíciles,
deshojando nuestra espada de plumas,
desvistiéndonos de armadura y nombre,
negando, cuando cualquiera nos pregunte,
cualquier destino.

José María Gómez Valero
Travesía encendida (2005)

Imagen: "Sin rumbo", fotografía de Ricardo Lagos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

... y llegar a zihuatanejo...

juan antonio bermúdez dijo...

Loruka: jaja, también pensé en lo de vuestro presi. Dice la web que este es un homónimo hondureño pero yo no estoy convencido.

Fanshawe: no es mal sitio para llegar. Y hablando de llegadas, he oído que aterrizas por aquí ya mismo.