Canción sensata para una chica seria



Es extraña la vida y es extraña
la vida irrepetible de cada uno,
ese zumbido cósmico y la breve
caricia de una piel sobre sus huesos,
sobre la esponja, el barro, las naranjas.

Es extraña la vida, sus trayectos.
El compás de millones de moléculas
(lo que fueron o son, lo que serán)
desemboca en nosotros y aquí estamos,
de repente y desnudos. Todo encaja:
las huidas encuentran su sentido,
tus cicatrices tachan mis fracasos
y con miedo y con ansia y con torpeza
inventamos el mundo una vez más.

Imagen: fotograma de Manhattan (Woody Allen, 1979)

10 comentarios:

garcía argüez dijo...

jueeeerrrrr maestro!

Anónimo dijo...

Ole, ole y ole. ¿Sabes que cuanto más te leo más te vuelves uno de mis poetas preferidos? :). Un abrazo de otro errante.

David Monthiel dijo...

qué bueno! qué me gusta coincidir con usted en eso de las fotografías. Usted eligió Manhattan, un servidor Sueños de seductor.
feliz año
bezoz

Anónimo dijo...

Laín, vieo-compae... Se sale usté de nuevo, Señor Bermúdez... Lo de las cicatrices de una tachando la piel de otra persona es un verso de 5 palabras que bien vale 1000 imágenes.

Pero... ¿por qué "la esponja"? ¿"una" esponja? Perdóname, lo estoy haciendo mío, me lo he probado y me sienta de maravilla, y ahora quiero tunearlo... :¬P Brazoz!

juan antonio bermúdez dijo...

A ver, lo primero es lo primero: feliz año a los que os acabáis de levantar de la nochevieja (no me extrañaría que alguno todavía ande ahí), un abrazo de bienvenida a Giovanny y gracias a todos por leer con tan buenos ojos las cosas que voy publicando.

Tema "esponja":
Buscaba imágenes táctiles (tocar(se), como metonimia gigantesca de la vida; en fin, esas cosas):
“el barro” y “las naranjas” remiten al orden de lo “natural”, “lo que está en la naturaleza”; “la esponja” es más ambigua, puede ser “natural”, pero creo que la pensamos más como “artificial”. Me gustó por esa ambigüedad, pero sobre todo por el juego que da su uso: cuando es “artificial” o se aprovecha “artificialmente”, es un objeto concebido para el tacto, hecho para rozar, extender, frotar... sobre la piel la mayoría de las veces. Y a su vez, su tacto en nuestros dedos es muy característico, muy reconocible.
Entre “una esponja” y “la esponja”, siempre prefiero la segunda; esa especie de singular universal creo que la acerca más, la hace más de cada uno.
No sé si me expliqué, pero bueno. Si cada uno encuentra su explicación, mucho mejor.

Releo y me releo pedante y confuso. Qué fatiga. Pero tienes tú la culpa, primo inwit, por andar provocando. Un abrazo. Nada que perdonar, claro. Mucho que agradecer y ¡viva el tuning!

aGEnBiTe oF iNWiT dijo...

Nada, nada, aclaró usté perfecto su intención. Y estoy de acuerdo ampliamente salvo que el barro es incontable y las naranjas en este caso también, mientras que la esponja es contable y parece remitir con cierta urgencia a una esponja concreta que debíamos conocer y no conocemos. Por eso era lo del "una".

Claro que ahora que lo miro de nuevo, igual me estaba perdiendo lo de "la caricia de una piel sobre la esponja", en cuyo caso reconozco que mejor me hubiera callado y que mide usté mágicamente las palabras que usa. Debí callarme, pero... ¿y lo que hemos aprendido por el camino? ;¬) BeZoZ!

Anónimo dijo...
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Daniel dijo...

Nada... que lo copio y lo pego. Denúnciame, querido...;) Un abrazo isleño.

Anónimo dijo...

Tranquilo, Daniel, no pienso demandarte. Y creo que la chica seria tampoco. Un abrazo.

Anónimo dijo...

dijo y dice que lo quiere seguir inventando, y compartiendo officio.(Y sin demandas, claro).