El equilibrista ciego



Conviene la tristeza
necesaria, no olvidar
el beso ácido del tiempo, telaraña
disimulada en los racimos,
enmascarada sombra, pan de hielo;
no olvidarse del llanto o la fatiga
de los que sufren o se cansan, de la exacta
nomenclatura del dolor,
ni del aliento sin alias del herido;
no olvidarse.
Conviene incluso la nostalgia,
con su disfraz de pájaro y su música
tan pobre de organillo.

Pero luego
bucearemos sin miedo a las corrientes,
brindaremos brincando muy desnudos
sobre el país en ascuas y, aunque sea
como arropar la nieve,
abrazaremos la alegría y cruzaremos
la vida -esa frontera
entre paréntesis de humo-
como el equilibrista ciego:
sin medir el alambre a cada paso.

Imagen tomada de aquí

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Como arropar la nieve...
Me ha gustado mucho.
Feliz 2006

Sonicya dijo...

Solo lectora, no mas.....mi criterio es que me haga sentir y lo ha conseguido Sr Bermudez...otra vez.
Saludos.

Anónimo dijo...

Maese Bermúdez, felisitasiones y no por el cambio de año gregoriano. Este poema se sale, de la pantalla a la vida, a mi vida de momento. Bezoz!

Anónimo dijo...

Lo has dicho todo, hermano, lo has dicho todo. Pedazo de poema. ¿Puedo colgártelo en mi bitácora? Un abrazo y que se te ponga un buen año por delante.

Anónimo dijo...

Ejem, pues eso. Que gracias por los elogios. Y que por supuesto cualquier cosa que publique por aquí podéis apropiárosla y llevarla a donde os dé la gana. Son tan vuestras como mías.

Kira Kariakin dijo...

Este excelente poema arropa con exactitud las cosas que siento... lo mejor para tí en este 2006.

juan antonio bermúdez dijo...

Perdón por el retraso en responderte y muchas gracias Kira. También te deseo lo mejor.