Una democracia es mucho más que un combate mediático. Una democracia es mucho más que una subasta de ofertas entre dos comerciales de la misma multinacional. Una democracia es mucho más que un examen de oposición para una elite de asesores de imagen. Una democracia es mucho más que poder escoger cada cuatro años entre un puñado de listas cerradas. Una democracia es mucho más que delegar y resignarse.
Sin embargo, desde que tengo derecho al voto, siempre lo he ejercido. No se me ocurre considerarme por eso un ciudadano más concienciado, ni creo que tenga más o menos derecho que un abstencionista a criticar a los gobiernos.
El activismo (de la desobediencia civil al asociacionismo; de la huelga a la juerga) me parece más indicativo del nivel democrático de un estado que los índices de participación o abstención en unas elecciones.
Sin embargo, mañana voy a votar y creo que seguiré votando cada vez que tenga la oportunidad.
Porque no es incompatible votar y actuar. Porque la abstención es tan manipulable o más que cualquier voto. Porque me gusta influir (aunque sea con la proporción infinitesimal que me corresponde) en la elección de aquellos a los que voy a criticar. Porque en ciertas ocasiones votar es la forma más fácil y efectiva de condenar la barbarie y de poner en evidencia a los que la justifican (leed, si hay estómago, algunos comentarios de la entrada enlazada y de entradas vecinas como esta). Y porque, hoy por hoy, no me da lo mismo que gobiernen unos o que gobiernen otros. Y no me da lo mismo que unos gobiernen en mayoría o que necesiten el apoyo de otros para tomar decisiones que nos afectan a todos.
¿Dónde? En los colegios electorales.
¿Cómo? Con el dni y con un poco, solo un poco, de paciencia.
Y aquí otra visión de las elecciones que (obviamente) no comparto al cien por cien pero que me parece interesante.
Imagen: fotograma de El voto es secreto (Babak Payami, 2001)
4 comentarios:
Buena parte del día de ayer y de hoy leyendo y pensando sobre las elecciones, y es ahora cuando encuentro este texto que, aunque sea a posteriori y más aún con los resultados habidos, con pocas palabras explica mucho. se lo robo y lo cuelgo.
Por cierto, el artículo de alba-rico también me pareció interesante.
salud
Salú. Tardo en responder, pero aquí seguimos, mirando el lado brillante de la vida.
Un abrazo.
En fin...¿y las andaluzas? ¿También prefería usted que siguiera Chaves cuatro añitos más, para así llegar a los treinta con el mismo partido neocapitalista en el poder?
Querido anónimo, en las andaluzas, como en las generales, mi voto fue para IU.
Dentro del escaso margen de posibilidades que nos ofrece este sistema electoral me hubiese gustado al menos que IU fuese decisiva tanto en el gobierno nacional como en el autonómico. Pero no ha sido así. Y bien que lo lamento.
Más allá de las elecciones, como apunto en el post, creo que la democracia se juega en otros muchos ámbitos y de muchas otras maneras.
Y desde esos otros ámbitos también se puede intentar mejorar la democracia "oficial", por ejemplo pidiendo algo tan justo como una nueva ley electoral que sea más representativa y no favorezca al bipartidismo o a mayorías absolutas como la de Chaves en Andalucía.
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