Los pies en los pedales

Ya está. Después de un tiempo de meditaciones, pruebas y vagabundeo, me lanzo a la corriente de la red con estos contrabandos, contra-bandos y también con-trabados, textos tramados en comunidad, palabras de ida y vuelta.
Jacques Tati me presta su disfraz de cartero en bicicleta. Tati: perplejo, guasón, iconoclasta, gran contrabandista. Prometo dedicarle más mensajes.
Intentaré no ser demasiado autocomplaciente ni demasiado cascarrabias. Intentaré ser sintético. Intentaré mantener un cierto pulso y hacer señales (aunque sea de humo) con relativa frecuencia.
Pero, sobre todos los propósitos, uno: escribir, leer y compartir para que el mundo resulte un poco menos áspero. Poner en común admiraciones y manías, miedos y hallazgos, en el ejercicio alegre del deber que describió tan bien Italo Calvino al final de Las ciudades invisibles: “buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Avanzamos a bandazos y éste tuyo es un acierto.
Gracias y enhorabuena por tu tentativa. La estamos disfrutando.
Un abrazo.

Felipe.

"Busco la belleza en el infinito y no encuentro más que la duda."

Gustave Flaubert.