Y es por eso que somos hermanos del hombre común



Y es por eso que somos hermanos del hombre común,
hermanos del que no piensa nada:
porque cualquier ser humano
es un guerrillero de la vida.

Somos uno con el vecino cordial,
con el neutro señor que en las encuestas
ni sabe, ni contesta, ni opina.

Todos andamos el mismo camino,
compartimos el mismo frío
y los que no lo saben, sin saberlo,
son los ingenieros de un sendero sin vuelta,
participan en la creación del hombre
por el hombre. Van construyendo un futuro
con la fuerza de sus actos cotidianos.

Cada lágrima que arrojamos, cada llanto,
es el llanto de todos hecho un llanto.
Cada muralla, cada fortaleza caída,
es un muro que derrumba la historia.

La acción callada de todos
es la inercia que nos empuja al abismo,
a encontrarnos por fin unos con otros,
a abrazarnos en el aire unos a otros
y a estrellarnos juntos, dichosos y resueltos,

contra el sueño.

Iván Mariscal
Itinerario de la luz (inédito)

Imagen: fotograma de Ladrón de bicicletas (Vittorio de Sica, 1946)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias. Me siento mucho mejor gracias a vuesa mercé, señor contrabandista. ¿Me comentaste que cada dos semanas tienes un lunes libre para venirte de tertulero? Y luego tomamos una cerveza y hablamos de tías, de fútbol y de remontadas...

Y qué grande es el señor Mariscal, ofú. ¿Dónde puedo conseguir un cd suyo?

(Te lo agradezco de corazón).

Anónimo dijo...

Me llega al correo una carta de mi mejor amigo con el famoso poema de Donne dentro. No hay que cansarse de él, que dice lo mismo que Mariscal con otras palabras:

Ningún hombre es en sí
Equiparable a una isla;
Todo hombre es un pedazo del continente,
Una parte de tierra firme;
Si el mar llevara lejos un terrón,
Europa perdería
Como si fuera un promontorio.
Como si se llevara una casa solariega
De tus amigos o la tuya propia.
La muerte de cualquier hombre me disminuye,
Porque soy una parte de la humanidad.
Por eso no preguntes nunca
Por quien doblan las campanas,
Están doblando por ti

el que deambula dijo...

Mi amigo Iván, aquel con el que compartí escenario en Noches de amor efímero. Aquel que siempre me animó a escribir, el que leyó deambulatorio por primera vez. Aquel que me llevó al Sr. Argüez (tristemente callado por el momento) y a vosotros, itinerantes.

Qué gran tipo, cuántas cosas suyas por oir...

Anónimo dijo...

De él recuerdo que cantaba "aquí está mi miedo, desde la capital del miedo..." y no recuerdo cómo sigue. Cada vez que dice, se me eriza el corazón. Merece una estatua pública o un público callado como las estatuas, lo que antes llegue.

juan antonio bermúdez dijo...

Borja: Quizá Luis, nuestro librero "de guardia", tenga algo de Iván en "La fuga". Y si no, seguro que pronto habrá una nueva ocasión de escucharlo en directo por aquí.
Sobre lo de asistir a alguna de vuestras tertulias, la verdad es que febrero viene complicao (qué apretá es la agenda de un bloguero, pordiós, quién lo diría), así que en marzo hablamos y ya te confirmaré por correo.
Por último, la canción a la que haces referencia en tu último comentario es una versión de un poema de David Eloy Rodríguez, "La capital del miedo" (creo que se llama así, no querría equivocarme).

Ángel: Si lo ves, dale un abrazo de mi parte, que hace tiempo que no le vemos el pelo por aquí. Dile que su club de fans está demandando un nuevo concierto en sevilla.

Fanshawe: No conozco apenas la poesía de John Donne, pero el poema me ha encantado. Y sí, Iván viene a decir algo muy parecido. El sentimiento de pertenencia a una totalidad es una de nuestras grandes obsesiones y uno de nuestros grandes consuelos.

Un abrazo a los tres y mil disculpas por retrasarme tanto últimamente en responder a los comentarios.

Anónimo dijo...

La capital del miedo...¿un poema de David? No lo sabía. ¿Podrías colgar/mandarme el poema? Creo que no está incluido en Miedo de ser escarcha y lo tengo grabado en el pecho.

En Marzo te espero.