Rueda la pelota, el mundo rueda

Rueda la pelota, el mundo rueda. [...] ¿Una locura digna de mejor causa? ¿Un negocio vulgar y silvestre? ¿Una fábrica de trucos manejada por sus dueños? Yo soy de los que creen que el fútbol puede ser eso, pero es también mucho más que eso, como fiesta de los ojos que lo miran y como alegría del cuerpo que lo juega. Un periodista preguntó a la teóloga alemana Dorothee Sölle:
"- ¿Cómo explicaría usted a un niño lo que es la felicidad?"
"- No se lo explicaría" -repondió-. "Le tiraría una pelota para que jugara."
El fútbol profesional hace todo lo posible por castrar esa energía de la felicidad, pero ella sobrevive a pesar de todos los pesares. Y quizás por eso ocurre que el fútbol no puede dejar de ser asombroso.

"El fin del partido" (fragmento),
en El fútbol a sol y sombra, Eduardo Galeano, 1995

Imagen: Badalona, 1966,
fotografía que he tomado prestada de aquí

2 comentarios:

silencio dijo...

"La pelota que arrojé
cuando jugaba en el parque
aún no ha tocado el suelo",

Dylan Thomas

juan antonio bermúdez dijo...

"La tierra entre tus pies
gira como nunca
prodigiosamente bella"

Blanca Varela