Cántico (28)



Mi alma se a empleado,
y todo mi caudal, en su servicio;
ya no guardo ganado,
ni ya tengo otro officio,
que ya sólo en amar es mi exercicio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Juan Antonio, paso a agradecer tu visita a mi blog, ya tuyo, de poesía, y a recorrer nuevamente y desde Juan de la Cruz tus contrabandos.

Saludos...

silencio dijo...

Al leer tu post me viene a la cabeza el recuerdo de Jorge Guillén y su libro Cántico... sobre todo de un poema, Beato Sillón:

¡Beato sillón!la casa
corrobora su presencia
con la vaga intermitencia
de su invocación en masa
a la memoria. No pasa
nada. Los ojos no ven,
saben. El mundo está bien
hecho. El instante lo exalta
a marea, de tan alta,
de tan alta, sin vaivén.