El equipaje de la ameba (I)



Varias fotografías rosadas, dos pares de bolígrafos, un pantalón de peto, fósforos. Un disco rayado de Chet Baker, un libro subrayado de Melville, una camiseta marinera a rayas. Ese disfraz de oveja en luna llena que nos compraron nuestros padres. Bicarbonato y té de rosas. Paraguas y piraguas, para salir a flote en los naufragios.

Imagen: "Void", Juan M. Valcárcel

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Joer...otra vez, magnífico. ¿No tendrás un borrador con todos estos poemas/textos que mandarme? Leerlos de uno en uno me mata...

(Una petición...entre los poemas que cuelgas, ¿podrías poner alguna canción del amigo Iván Mariscal?).

Un abrazo y mucho amor.

Anónimo dijo...

veo que estás plagiando cierta novela inédita y que (¡encima!) me temo que aún no has leído. bueno.
cuando tenga mi propio espacio para contar demostraré esta iniquidad con pruebas.
mientras miraremos las paredes encaladas como las pizarras donde la ameba aprendió a leer o presentiremos que ella, la ameba, sólo es feliz cuando coloca sus manos (pseudópodos) debajo de los calentadores de aire de los servicios de los bares a altas horas de madrugada y silba mirando su imagen en el espejo cierta canción de chet baker y luego susurra is gone, is gone justo cuando termina la máquina de char aire

juan antonio bermúdez dijo...

Borja: hombre, hombre, tu ansiedad lectora es un halago, como no podía ser de otra manera, pero creo que tampoco será tan grave para tu salud lo de ir leyendo en pequeñas dosis mi "magna obra". Mejor eso que un empacho.
Lo cierto es que casi todos los textos que voy publicando son huérfanos (al menos por ahora), no tienen padre ni madre ni perrito que le ladre; no tienen ni siquiera un título que los concilie o los reconcilie. Y están bien así, cada uno con su sangre y su voz distintas.
Sobre lo de Iván, tus deseos son órdenes: será un placer publicar cualquier día de estos algún texto del (salvaje) detective Mariscal.

Bea: glub, me han pillado. Es una cuestión espinosa donde las haya. Todavía estoy en pleitos con tu familia por este texto. Y seguro que la publicación en el blog y encima sin citar la fuente original me acarrea otra demanda ;-)
Bueno, en mi descarga tengo que decir que estas cinco líneas están escritas por lo menos a cuatro manos (o a seis o a doce) y dos de ellas eran mías.
Cambiando de tema: ¡a ver cuando te arreglan el interné, quilla!

Besos para los dos.

Anónimo dijo...

bethania es david y no beatriz
y el asunto ya esta en manos de mis abogados

adiol
te llamo estos días