Al leer tu post me viene a la cabeza el recuerdo de Jorge Guillén y su libro Cántico... sobre todo de un poema, Beato Sillón:
¡Beato sillón!la casa corrobora su presencia con la vaga intermitencia de su invocación en masa a la memoria. No pasa nada. Los ojos no ven, saben. El mundo está bien hecho. El instante lo exalta a marea, de tan alta, de tan alta, sin vaivén.
2 comentarios:
Juan Antonio, paso a agradecer tu visita a mi blog, ya tuyo, de poesía, y a recorrer nuevamente y desde Juan de la Cruz tus contrabandos.
Saludos...
Al leer tu post me viene a la cabeza el recuerdo de Jorge Guillén y su libro Cántico... sobre todo de un poema, Beato Sillón:
¡Beato sillón!la casa
corrobora su presencia
con la vaga intermitencia
de su invocación en masa
a la memoria. No pasa
nada. Los ojos no ven,
saben. El mundo está bien
hecho. El instante lo exalta
a marea, de tan alta,
de tan alta, sin vaivén.
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