Todas de cal



Un comando de carmelitas con botas paramilitares
me ataron, por mi bien, un brazo a la espalda.
Sigo escribiendo con la izquierda.

Ramón Santana
Si te duele al tragar (2002)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Está usté de un impío y un antimonacal... :¬P

Parece que se está fraguando un nuevo desembarco nazarí en Andalucía, concierto incluído. Informaremos cumplidamente... Bezoz!

Anónimo dijo...

La virgen llora sangre cuando te tocas... las niñas no se deben lavar con el período... te saldrán granos, se te caerá el pelo, te quedarás chiquito... 1987...

Anónimo dijo...

Si algún día ponen una foto mía en un altar, que sea a la izquierda del Padre (padre de otros). Lo pido por favor.

(Qué poema. Es grande este señor Santana).

Anónimo dijo...

Soy zurdo de nacimiento y de vocación, aunque en honor a la verdad (el "honor" y la "verdad", vaya dos pájaros negros), nunca me ataron el brazo a la espalda y nunca he conocido a una carmelita.

Besos para todos, incluida las carmelitas desconocidas (a esas más).

Anónimo dijo...

Recuerdo yo de pequeño, en la EGB, a un profesor que infló a hostias a un compañero zurdo por no querer escribir con la derecha... En fin.
Saludos.

K. Whitmore dijo...

Y yo que no tomé tan al pie de la letra lo de la zurdez en el poema...

Anónimo dijo...

Duarte: Yo recuerdo a un cura que le dio un bofetón a un amigo mío por no saberse las bienaventuranzas. Contado así suena a batallita de abuelo rojete, pero pasó. Delante de mis narices. Confío en que ya no pase.

K. Whitmore: Ahora que no nos lee nadie, te confieso una cosa: yo también entendí el poema en un sentido más general (cosas de la sabiduría antigua).
Me alegro de verte de nuevo por aquí. Se te echaba de menos.